La importancia de hidratarse
Salud

La importancia de hidratarse

Llega el verano y los días son más largos. El ritmo de vida cambia: más movimiento, más aire libre, más actividades. Y también, aumentan la temperatura y la humedad. Todo esto hace que nuestro cuerpo pierda más líquido, ¿pero cuánta atención le prestamos a esa necesidad? Compartimos consejos para sentirnos con toda la energía y cuidar nuestro cuerpo.

Altas temperaturas, humedad y mayor actividad física hacen que nuestro cuerpo pierda más líquido de lo normal. En un día caluroso, se pueden llegar a perder más de tres litros de líquido. Por eso, en esta época es muy importante ocuparnos de recuperar el agua que pierde nuestro organismo. El agua es clave en nuestro cuerpo: se calcula que en el hombre, representa dos terceras partes de su peso, y en la mujer, la mitad. Un consejo que destacan los médicos para hidratarse es no esperar a tener sed. Por eso, sin esperarla, durante el verano hay que beber líquidos de forma continua y regular durante todo el día, tomando entre ocho y diez vasos de agua (lo que equivale a alrededor de dos litros y medio) para mantener hidratado el organismo y compensar la pérdida de líquidos que se produce al realizar las diversas funciones corporales. El agua interviene en el transporte de los nutrientes a las células y facilita la digestión, ayuda a regular la temperatura corporal, y contribuye a mantener la salud y el buen aspecto de la piel. Por el contrario, la deshidratación provoca cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración y malestar general.

Obviamente, cada persona tiene necesidades específicas de hidratación en función a distintas variables como ser la edad, el sexo, el metabolismo y el nivel de actividad física. Pero sí es importante destacar que hay grupos de riesgo que deben tener especial atención a la hidratación y con los que hay que asegurarse que ingieran la suficiente cantidad de líquido: las personas mayores, los niños y los deportistas. Eso sí, para todos se aconseja no exponerse al sol ni realizar ejercicio físico en las horas más calurosas del día y mantenerse a la sombra todo lo posible. La principal fuente de hidratación debe ser agua libre no saborizada. Es importante reducir el consumo de bebidas azucaradas o light para evitar desplazar el agua común. Otra buena técnica es tener siempre agua cerca ya sea bidón, botella, vaso, etc. de esta manera es mas fácil tomarla.

Para consumir una mayor cantidad de líquidos para lograr una mejor hidratación, se recomienda variar el consumo de líquidos, o sea, ingerir bebidas de distintos sabores. Además de agua, se pueden incluir jugos, licuados, lácteos o infusiones frías para ayudar a alcanzar la cantidad de líquido necesario por día (ver Sección Recetas para aprender a hacer jugos saborizados bajas calorías). Los jugos de frutas naturales aportan vitaminas y sales minerales como el potasio. También, podés probar con jugos de verduras y hortalizas (tomate, zanahoria, apio, pepino, remolacha). El té frío es una buena alternativa; hay muchos gustos en el mercado.Los licuados son una excelente opción, especialmente para los chicos (en el desayuno o merienda) con agua o leche y su fruta preferida.

En los días de calor, la hidratación debe ser acompañada con la incorporación de frutas que contengan agua, frutas jugosas, como sandía, melón, naranja o uvas, por ejemplo.También, se aconsejan verduras con abundante cantidad de líquido. Las ensaladas son un aliado fundamental: lechuga, pepino, tomate, remolacha, zanahoria, berro, rúcula, coliflor, morrón, espinaca, son algunos ejemplos. Las posibilidades de combinación de las ensaladas son ilimitadas y se convierten en la mejor opción para un almuerzo rápido, fresco, nutritivo y liviano para el verano. Además, siempre está la opción de agregar a las ensaladas trocitos de pollo, atún, huevo o queso fresco que aportan proteínas y no tantas calorías. Un elemento que hay que evitar son los fritos, ya que pueden resultar pesados, especialmente en días de mucho calor, cuando buscamos lograr una digestión rápida y evitar malestares. También, se aconseja limitar la ingesta de bebidas con contenido alcohólico (especialmente, en los días festivos) porque el alcohol tiene un efecto deshidratante (diurético). Y como elementos externos, para evitar también la deshidratación, conviene utilizar ropa de textiles livianos, suelta y de tonos claros; también, protegerse la cabeza con un gorro para disminuir el impacto de las altas temperaturas y del sol.

Tips para no olvidar

– Beber agua sin esperar la sed.

– Comer más frutas jugosas y de estación.

– Consumir ensaladas de verduras crudas.

– No olvidarse de las proteínas (carnes, pescados, pollo, soja, avena).

– Ingerir suficiente potasio.

– Preferir los alimentos frescos.

– Reducir el consumo de bebidas alcohólicas.